Recientemente hemos participado en el rescate de unas butacas de madera que pertenecieron a diversos cines ilicitanos, pero la experiencia ha tenido un sabor agridulce.

Recibimos la llamada del donante, quien nos indicó que tenía en su casa de campo numerosas hileras completas de asientos y que tenía que deshacerse de ellas por el espacio que ocupaban. Nos dirigimos a la vivienda, sita en la partida de Perleta, y descubrimos con sorpresa que en un porche trasero se acumulaban al menos ocho de estas filas, algunas de ellas diferentes entre sí.

El donante nos contó el curioso periplo vivido por estas butacas, del cual nuestro museo ha sido el último eslabón…

La compañía de teatro ‘La Carátula’ tuvo como primera sede un local en el barrio del Arrabal de San Juan, en el que se encontraban estos bancos, que a su vez debieron provenir de las diferentes salas cinematográficas que fueron cerrando paulatinamente en la segunda mitad del siglo XX. Cuando nuestro donante compró el local, retiró los bancos y los dejó almacenados en su casa de campo, decidiendo finalmente llamarnos para donarlos.

Habiendo llegado al final de esta cadena de sucesos, el estado en el que encontramos las butacas no era el mejor. Todas ellas presentan signos evidentes del paso del tiempo, y algunas han sufrido los estragos de la intemperie. Concluimos que solo podían salvarse tres de estas filas, que finalmente han compuesto la donación, ya que las demás estaban realmente irrecuperables.  

Autor: José Aniorte, gestor cultural del Museo Escolar.